lunes, 31 de enero de 2011

Como un niño con zapatos nuevos


La ciudad del condado de Merseyside amaneció la mañana del 31 de enero de 2011 como cualquier otra, los niños fueron a clase, los adultos al trabajo, y los ancianos paseaban tranquilos a orillas del Mersey. Ninguno de ellos podía imaginar la revolución que estaba apunto de suceder en su ciudad. Esa misma noche, decenas de seguidores del equipo local iban a quemar las camisetas de su nueve, de aquél al que tanto habían querido hasta esa misma mañana, iban a quemar la camiseta de THE KID.

La historia de este chico comienza mucho antes, como todos esos de Merseyside, el también iba a clase en su ciudad natal, Fuenlabrada, y allí comenzó a dar sus primeras patadas a un balón, hasta que despúes de muchas otras, El Atlético de Madrid se fijara en él, un alevín pelirrojo y con muchas pecas, al que pronto apodaron El Niño.

El espigado niño se convirtió pronto en la esperanza rojiblanca, que veía en el la única luz al final del túnel de segunda. El muchacho aportó y mucho, y el equipo logró volver a su lugar en la Primera División.

Allí más allá de los pocos logros en lo colectivo, el jovencito Fernando había crecido y crecido hasta ser el capitán del Átletico a muy temprana edad, y así pasito a pasito, llegó a la selección.

El chico creció y creció, hasta que el Atlético, siempre sumido en sus particulares guerras internas, tuvo que dejarle ir, no sin antes darle un sentido gracias y hasta siempre.

En el verano del 2007, los reds se fijaron en él, el delantero ya no era sólo una promesa, y de la mano del Spanish Liverpool de Rafa Benítez, la grada le aclamaba como su estrella, su apodo en España era El Niño, el cambio era bastante sencillo, ya nunca más volveria a serlo, ahora era The Kid, incluso compusieron una canción para él.

En el anterior párrafo he mentido, si volvió a ser El Niño, verano de 2008, España se enfrentaba a sus fantasmas, una final de una gran competición, siempre estarás en la memoria Niño, le comistes la tostada a Lahm y se la picastes a Lehman, siempre en nuestros corazones.

Always in our hearts, pensaban también los Reds, habían encontrado su bandera, su jugador franquicia como dirían en la NBA, era el jugador junto con Gerrard más buscado en los partidos importantes, y allí solían estar ambos casi siempre. Eso pensaban.

El día 31 de Enero de 2011, la revolución estalló en la ciudad del condado de Merseyside, The Kid se marchaba y además por que el mismo quería. Ofensa para un equipo orgulloso como el Liverpool, que no entiende este febril rastrillo en el que se ha convertido el fútbol, no entienden que su buque insignia, el cuál pensaban que se había tatuado junto al escudo del Atlético, el escudo del Liverpool, les abandone en la peor situación del club en años.

Los hinchas claman al cielo, queman camisetas, The Kid no es quien decía ser.

Él mientras tanto, se calza sus zapatos nuevos.

La proxima vez que vuelva a Liverpool, sabrá el verdadero significado de la frase: