domingo, 13 de marzo de 2011

El gatito vuelve a rugir


Algunos lo intuíamos, otros lo ignoraban, Karim necesitaba minutos, confianza pero sobretodo necesitaba su posición.

El jugador que brillaba con luz propia en el estadio de Gerland no podía haber desaparecido, aunque su apatía, más digna de Nicolas Anelka siempre estuvo ahí, el joven Karim metía goles y jugaba como los ángeles. Siempre recordaré una frase que escuché que dijo al entrar por primera vez al vestuario del Lyon. Con cabeza alta y con esa chulería que aparenta, el joven francés se dirigió a los jefes del vestuario y dijo en voz muy alta "Vengo a quitaros el puesto", unos meses después, era el jefe indiscutible de un vestuario con jugadores tan importantes como Juninho Pernambucano (¡Grande!).

Este año, el que tenía por necesidad que ser el de su confirmación, lo comenzó en el banquillo, relegado por el Pipa pero una lesión de este le dió la titularidad.

¡A ver si demuesta lo que vale! ¡Ese no mete un gol a nadie! Clamaban muchos madridistas, otros sabían que tenían razón, esa no es la posición de Karim se escuchaba a los entendidos.

A muchos madridistas les habían vendido la moto, Karim, el nueve blanco, hasta el número llevaba ya. Nunca lo ha sido, tal vez nunca lo sea. En el Lyon jugaba un poco tirado a banda, con espacios es letal y tira desde larga distancia con ambas piernas de forma espectacular.

Mou le había nombrado su gato personal, decían las portadas de los periódicos, otra mentira más había dicho que sólo le quedaba un "perro", pero Karim parecía absorto a todas las críticas y a todos los pitidos y lamentos de su grada.

El trabajo de Mourinho fue otro, sobretodo psicológico y además hizo otra cosa. Una presión asfixiante a la directiva "quiero un nueve". Esta surtió efecto, Adebayor estaba en Madrid y parecía que Karim sería relegado por última vez al banquillo, su destino estaba escrito.

Habilmente y conocedor de las cualidades de Karim, Mou le dió descanso a Di Maria (temporadón del argentino) para colocar a Benzema de falso extremo. El de Lyon parecía otro, corría, metía cuerpo, marcaba goles y lo que es más importante cogía moral y era importante.

Blanc con Francia, Mou en el Madrid y sobretodo Zinedine Zidane en la sombra, han ayudado, pero sin duda alguna el que ha salido de todo es el, porque sí, puedo equivocarme pero yo confío en el porque el gato, El gato vuelve a rugir como el Lyonés que es.


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